miércoles, 9 de diciembre de 2009

Ya están aquí las navidades.

Las navidades son la mayor expresión de nuestra sociedad consumista, en estas fechas las compras adquieren categoría de acto sagrado, así como necesario e imprescindible, cubierto todo de una decoración de paz, amor y tolerancia mutua y con la obligada expresión cristiana que lo invade todo, lo cual es normal ya que se trata de una festividad cristiana, como la mayoría, normal en una sociedad marcada por la cultura y la historia cristiana.
Así que en estas fechas aquellos que no somos cristianos nos encontramos en una situación a lo menos contradictoria, por lo menos en mi caso, no se que le ocurrirá al resto, por un lado me encantan las fiestas "en genérico", siempre me ha parecido muy interesante que las personas nos juntemos para celebrar algo y mas si es alrededor de una mesa llena de suculentos alimentos, pero por otro lado el que se trate de celebrar el nacimiento de cristo me resulta extraño, no es que me moleste el celebrar el nacimiento del que para los cristianos es el hijo de Dios, lo que me molesta es la creación que posteriormente a su nacimiento hicieron los hombres, la iglesia, lo siento pero no soporto a la institución en si, considero que esta ampliamente demostrado que durante toda su historia y aun hoy es culpable de innumerables despropósitos (por no utilizar otro adjetivo mas duro), por ese motivo me repatea el estomago el participar de una demostración de su poder a través de una celebración que consigue que toda la sociedad nos sumemos a ella año tras año.
Que conste que aunque no me gusten considero que se debe ser respetuoso con todas las religiones, pero eso no me obliga a serlo con las instituciones que se han creado alrededor de ellas, y en el caso de la iglesia católica hace tiempo que le perdí el respeto, cuanto mas la conozco menos la respeto.
Siguiendo con las contradicciones mas allá de la cuestión religiosa esta el consumismo de estas fechas, es impresionante como el capitalismo a conseguido que una celebración gire alrededor de su paradigma, el consumismo, en estas fechas la forma de demostrar el cariño, el aprecio, la amistas y el amor es a través de las compras, la gente muestra su aprecio por los familiares gastándose un dineral en poner en la mesa los productos mas caros, con esto no estoy tan en desacuerdo cuando se trata de productos especiales para algunas personas que difícilmente consumirían sino es con la excusa de una celebración, pero me parece ridículo cuando lo que ocurre es que se mira mas el precio que lo especial del producto. Y como no los regalos, no me parece mal hacer regalos me parece una locura el nivel al que estamos llegando, el caso de los niños es lo mas significativo, parece que lo mas importante de los regalos para los mas pequeños es la cantidad y el volumen, cuantos mas y los mas grandes mejor. En mi caso personal hemos decidió restringir el numero de regalos, sobre todo porque a mayor cantidad menos se aprecia lo que se regala y eso es totalmente absurdo.
Las navidades se han convertido en la sublimación del consumismo capitalista, consume para ser feliz, porque si no consumes estas fuera de la práctica bien vista de la sociedad y eso te colocara fuera de ella y serás infeliz.
Ojala seamos capaces de salir de ese circulo en el que nos hemos introducido, trabajamos para poder consumir, consumimos para poder ser felices y trabajamos para poder consumir.

P.D.: Aunque seguiré viviendo con contradicciones estas fechas, Feliz navidad y buena entrada en 2010.


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